Por Kieran Cooke
Conducir un vehículo eléctrico (EV) en lugar de uno que dependa de combustibles fósiles es una forma clave de abordar el cambio climático y mejorar la calidad del aire, pero deja atrás las baterías viejas como un residuo desagradable.
Las nuevas tecnologías dan lugar a sus propios problemas. La importante batería de un vehículo eléctrico tiene una vida útil limitada: debido a las altas temperaturas de funcionamiento, los cambios en las tasas de descarga y otros factores, es poco probable que las baterías de los vehículos eléctricos que se utilizan hoy en día duren más de 10 años.
La pregunta es qué hacer con todas esas baterías una vez que hayan llegado al final de su vida útil. El vertido de desechos electrónicos (compuestos por computadoras viejas y otros equipos cotidianos) ya es un enorme problema mundial: los analistas de la industria de los vehículos eléctricos dicen que podrían surgir dificultades similares cuando los vehículos eléctricos y sus baterías lleguen al final de su vida útil.
Pero un estudio reciente realizado por científicos de la Universidad de Birmingham, Reino Unido, y sus colegas, publicado en la revista Nature, ofrece algunas soluciones. Dice que se podrían extraer o “cosechar” materiales valiosos, incluido el cobalto, de las baterías de iones de litio de los vehículos eléctricos cuando ya no funcionen: estos materiales podrían luego usarse para fabricar baterías nuevas.
Estos procesos pueden ser peligrosos: los autores del estudio afirman que para realizar el trabajo se podrían instalar sistemas de reciclaje con robots operativos.
“En el futuro, los vehículos eléctricos pueden resultar un valioso recurso secundario para materiales críticos, y se ha argumentado que las baterías con alto contenido de cobalto deberían reciclarse inmediatamente para reforzar el suministro de cobalto”, dice el estudio.
«Si se van a producir decenas de millones de vehículos eléctricos anualmente, la cuidadosa gestión de los recursos consumidos por la fabricación de baterías de vehículos eléctricos seguramente será esencial para garantizar la sostenibilidad de la industria automotriz del futuro».
El estudio dice que la batería de un vehículo eléctrico, muy parecida a la batería de un teléfono móvil, pierde parte de su eficacia durante su ciclo de vida, pero aún puede contener hasta el 80 por ciento de su energía. Si bien no es apto para un uso continuado en carretera, se puede adaptar para otros fines.
Publicado nuevamente con permiso de Climate News Network.
Artículos relacionados de Ecowatch
Contenido relacionado en la Web