Inspirándose en la naturaleza: los científicos encuentran una solución innovadora para el almacenamiento solar

Uno de los errores más comunes de la energía solar es su almacenamiento. En los días soleados suele haber un exceso de energía, que se pierde si no se capta. Pero, afortunadamente, ahora hay disponibles muchas opciones de almacenamiento en baterías, incluido este nuevo e innovador prototipo de electrodo de la Universidad RMIT en Melbourne, Australia, que podría almacenar energía a una capacidad mucho mayor, alrededor de un 3000 por ciento más que la tecnología existente.


El electrodo altamente compacto está diseñado para conectarse a un supercondensador, que puede cargar y descargar energía a un ritmo mucho más rápido que las baterías convencionales. Esta tecnología no se ha utilizado como mecanismo de almacenamiento principal por su falta de capacidad de almacenamiento. El electrodo resuelve esto con un patrón de circuitos intrincado y autorrepetitivo, conocido como fractales.

Este enfoque visionario se inspiró en los helechos, que tienen un denso sistema de venas que transfieren energía y agua a todo el cuerpo de la planta. Los electrodos pueden almacenar la energía en estas «venas» y el supercondensador puede transferir la energía cuando es necesario a un ritmo rápido, sin que se pierda poca o ninguna energía.

«Nuestro electrodo se basa en estas formas fractales, que son autorreplicantes, como las mini estructuras dentro de los copos de nieve, y hemos utilizado este diseño naturalmente eficiente para mejorar el almacenamiento de energía solar a un nivel nano», dijo Min Gu, profesor de RMIT y coautor de la investigación. «Los supercondensadores con capacidad aumentada ofrecerían confiabilidad a largo plazo y liberación rápida de energía (para cuando alguien quiera usar energía solar en un día nublado, por ejemplo), lo que los convertiría en alternativas ideales para el almacenamiento de energía solar».

Litty Thekkekara y Min Gu con su prototipo. RMIT

El electrodo también es muy delgado, por lo que sus aplicaciones podrían extenderse más allá de los paneles solares. El equipo cree que ésta puede ser la innovación que los ingenieros estaban buscando para alimentar teléfonos móviles, portátiles, coches y edificios.

«La energía solar de película delgada y flexible podría usarse en casi cualquier lugar que puedas imaginar, desde ventanas de edificios hasta paneles de automóviles, teléfonos inteligentes y relojes inteligentes», dijo la autora principal, Litty Thekkekara. «Ya no necesitaríamos baterías para cargar nuestros teléfonos ni estaciones de carga para nuestros coches híbridos».

El proyecto aún está en sus inicios, pero con algo de ingenio, pronto podría convertirse en el nuevo futuro de la tecnología.