Los generadores suelen proporcionar energía de menor calidad que es vulnerable a sobretensiones y otros problemas que pueden dañar dispositivos electrónicos como computadoras. Con frecuencia requieren un arranque manual, lo que indica que su fuente de energía no es continua (a menos que tenga un interruptor automático instalado en un generador permanente). Las baterías domésticas se pueden configurar para ofrecer una fuente de energía de respaldo suave que se enciende en milisegundos después de una pérdida eléctrica. Además, las baterías domésticas son menos vulnerables a las sobretensiones y las interrupciones.
Las baterías solares pueden cargarse solas; por otro lado, deberás repostar tu generador una o dos veces, incluso tres veces al día, si es necesario. Además, los hogares que utilizan generadores deben almacenar productos químicos acondicionadores, todos los cuales deben mantenerse en el exterior y pueden ser peligrosos.
Como el generador depende únicamente de energías no renovables como gas, diésel, propano, etc., es inevitable que los generadores no emitan gases de efecto invernadero nocivos. Por el contrario, las baterías solares funcionan con energías renovables, lo que significa cero emisiones de carbono.
En el caso de las baterías solares, solo existe un costo inicial y único de compra e instalación de la unidad. Después de eso, podrá sentarse, relajarse y disfrutar de las increíbles ventajas de las baterías solares. Es posible que haya gastos de mantenimiento ocasionales que son poco comunes cuando la unidad alcanza su antigüedad. Las baterías funcionan con energía gratuita generada por los paneles y la fuente es nuestro poderoso sol.
En conclusión, si está esperando una inversión de la que pueda obtener beneficios en los próximos años y ser neutral en carbono, las baterías solares son el camino a seguir. Aunque comprar generadores es más barato, las molestias que conllevan, sin mencionar el costo de su funcionamiento, no parecen atractivas para la mayoría.