Australia ha sido testigo de importantes avances en almacen de energia. A finales de 2020 estaba en marcha la construcción de dieciséis baterías a gran escala, con un total de más de 595 MW de capacidad.
Se anunciaron numerosos proyectos de baterías a gran escala, y el Gobierno de Nueva Gales del Sur se comprometió con cuatro nuevas baterías a gran escala en el marco de su programa de Energías Renovables Emergentes.
Por otro lado, en junio de 2016, el gobierno de Victoria introdujo el Objetivo de Energía Renovable de Victoria (VRET, por sus siglas en inglés) que apunta a lograr un 25 por ciento de energía renovable para 2020 y un 40 por ciento para 2025.
Este compromiso se convirtió en ley en octubre de 2017. Se estableció el Plan de Acción de Energías Renovables (REAP) para alcanzar estos objetivos. Y se centra en tres áreas clave:
- Apoyar el crecimiento del sector
- Empoderar a las comunidades y a los consumidores
- Modernizando el sistema energético
Al aumentar la capacidad de energía renovable, Victoria está promoviendo un sistema energético estable y confiable y avanzando en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. El estado apunta a una reducción de emisiones del 15 al 20 por ciento para 2020, logrando en última instancia emisiones netas cero para 2050.
Interés de los hogares por las baterías aumentó, con alrededor de 40.000 baterías instaladas en 2020. Australia del Sur lideró el camino con el Plan de baterías domésticas del gobierno de Sudáfrica, seguida de Nueva Gales del Sur a través del Programa de préstamos para baterías Empowering Homes.
Las baterías a gran escala, compuestas por miles de celdas de iones de litio, funcionan de manera similar a las baterías que utilizamos a diario. Pueden proporcionar energía a la red eléctrica, ofreciendo flexibilidad y estabilidad a la red. Adoptar el almacenamiento de energía puede impulsar una transición hacia energías más limpias en el futuro.