El estado australiano de Victoria construirá la batería más grande del hemisferio sur para ayudar en su transición planificada hacia la energía renovable.
Victoria se ha comprometido a obtener el 50 por ciento de su energía de fuentes renovables para 2030, informó The Age. La nueva batería de iones de litio tendrá una capacidad de 300 megavatios y generará 85 puestos de trabajo.
«La gran batería ayudará a proteger nuestra red en verano, creará empleos y reducirá los precios de la energía, además de apoyar nuestra recuperación de la pandemia de coronavirus», dijo el jueves la ministra de Energía, Lily D’Ambrosio, informó The Age. «Victoria está adoptando nuevas tecnologías que desbloquearán más proyectos de energía renovable que nunca».
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La batería se puso a flote por primera vez en abril y originalmente se fijó en 600 megavatios y costó 0 millones, informó The Guardian. Desde entonces, la empresa de energía Neoen ganó un contrato para construir una versión de 300 megavatios con equipos Tesla. Será el doble del tamaño de la batería del sur de Australia, que era la más grande del mundo cuando se construyó en 2017. Sin embargo, los proyectos planificados en California y Nueva York serán más grandes que ambos.
La batería tendrá capacidad para alimentar medio millón de hogares durante una hora, informó ABC News de Australia, pero su objetivo principal será proporcionar energía de respaldo a la red para evitar apagones. Se trata, por tanto, de un ejemplo de tecnología diseñada tanto para combatir la crisis climática como para adaptarse a ella.
«Sabemos que en la época del cambio climático, nuestros veranos son cada vez más calurosos y largos, lo que significa que hay una mayor presión sobre nuestros generadores térmicos», dijo D’Ambrosio.
Victoria ha firmado un contrato millonario con Neoen, mientras que la propia empresa pagará la instalación. Sin embargo, un análisis independiente encontró que los clientes verían un retorno de por cada dólar invertido en el proyecto. Se espera que esté terminado en noviembre de 2021.
Medio Ambiente Victoria acogió con satisfacción la noticia.
«Esto supone un punto de inflexión en la transición de Victoria de las antiguas centrales eléctricas de carbón a la energía limpia», dijo en un comunicado de prensa el director general de Environment Victoria, Jono La Nauze.
La Nauze dijo que el proyecto ayudaría al estado a avanzar hacia el cierre de la central eléctrica de carbón de Yallourn.
Los Verdes de Victoria también aplaudieron la nueva batería, pero dijeron que el estado necesitaba hacer más.
«Ahora el gobierno necesita dar un paso más y admitir realmente que necesitamos dejar el carbón en Victoria», dijo a The Guardian la líder interina del partido, Ellen Sandell.
Australia es uno de los principales exportadores de carbón, a pesar de que es especialmente vulnerable a los efectos de la crisis climática, como lo atestiguan los devastadores incendios forestales que ardieron desde finales de 2019 hasta principios de 2020.
Sin embargo, un nuevo análisis informado por The Guardian encontró que las emisiones de Australia provenientes de la electricidad, el transporte y el gas cayeron un 4,6 por ciento durante los 12 meses que terminaron en julio de 2020 en comparación con los 12 meses anteriores. Es más, la caída se debió menos a la pandemia de coronavirus que al cambio hacia fuentes de energía renovables como la eólica y la solar.
«Las energías renovables en Australia son ahora más baratas y más populares que los combustibles fósiles, y esperamos que pronto lleguen muchas más energías renovables», dijo a The Guardian el director del programa de clima y energía del Instituto de Australia, Richie Merzian.
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